viernes, 15 de marzo de 2013

Unas chicas muy guerreras


Aprovechando que recientemente fue el Día de la Mujer, y que podcasts como Histocast y Zafarrancho Podcast. Hoy quería tocar un tema poco conocido y poco comentado.

Nos desplazamos a la Rusia Imperial. Pero no a la esplendorosa de la época de Pedro el Grande, si no a un imperio que está en sus últimos estertores en 197. El Gobierno tecnócrata de Kerensky busca formas de motivar a un pueblo ruso cansado de una guerra que dura ya tres años y se ha cobrado millones de bajas. Llegan a la Stavka informes sobre mujeres que piden alistarse voluntariamente o que, directamente, se hacen pasar por hombres para enrolarse en los ejércitos del Zar de Todas las Rusias y vengar a maridos, hermanos o hijos muertos por las balas enemigas. 

Se pensó que si se organizaban unidades estrictamente femeninas se matarían dos pajaros de un tiro: tendrían tropas leales y convencidas, y los varones hastiados por la guerra lucharían por "verguenza ajena"(*). Se formaron el 1er. Batallón de Mujeres de Petrogrado, el 1er. Batallón de Mujeres de la Muerte, el 2o. Batallón de Mujeres de Moscú de la Muerte, el 3er Batallón de Choque de Mujeres del Kuban e incluso un 1er. Destacamento Naval de Mujeres. El 1er. Batallón de la Muerte de Mujeres  fue puesto al mando de una mujer que ya ostentaba rango de suboficial, Maria Bochkareva, o Yashka para sus amigos.


Yashka ya tenía una vida de novela. Nacida en Novgorod, siguió los pasos de un marido díscolo, hasta que llegó la Gran Guerra. Consigue entrar en el 25o. Batallón de Reserva de Tomsk gracias a un permiso especial del Zar Nicolas II. Allí es objeto de burla y acoso sexual hasta que empiezan a caer las bombas enemigas y Bochkareva lucha como una leona. Será herida tres veces y condecorada dos. Hace que las reclutas se rapen el pelo y reniega como una carretera. Todo queda claro en una frase que pronuncia en el primer día de adiestramiento: "Ya no sois mujeres. Sois soldados".



Tras unas duras semanas, donde de las 2.000 voluntarias iniciales quedan solo 300, se las agrega al 525o. Regimiento Kuruk-Darinsky, luchando creca de Smorgon (en la actual Bielorrusia) durante la llamada "Ofensiva Kerensky". Su asalto es un éxito, y avanzan a través de tres líneas de trincheras. Pero sus acompañantes masculinos encuentran una bodega con botellas de vodka, y se detienen a echar un trago hasta acabar completamente borrachos. Por entonces nuestras chicas habían tomado 200 prisioneros, a cambio de seis muertas y 30 heridas (entre ellas la propia Bochkareva). Pero llegó el contraataque alemán, y las chicas se encontraron solas. Tuvieron que retirarse bajo el fuego de cobertura de Vera Butchareva, que cubrió disparando una ametralladora la retirada de todos (incluso de sus borrachos compañeros).

Aunque el bautismo de fuego fue un éxito, las chicas no consiguieron el resultado esperado. Los soldados rusos estaban cada vez más cansados de luchar, y el que unas chicas vinieran a prolongar esa absurda guerra no les sentó bien. Sufrieron muchos insultos , entre ellos el de ser una "plaga de lesbianas". Incluso una pandilla atacó y dió una paliza a Bochkareva, instándola a disolver la unidad. Maria seguía en el frente cuando otras mujeres tomaron un rol protagonista en la cercana tragedia.



Y es que el grupo de revolucionarios soviéticos que, liderados por Vladimir Antonov-Ovseenko, tomó el Palacio de Invierno, se sorprendió de los defensores que apresó: algunos cosacos, unos pocos cadetes y 137 mujeres del 1er Batallón de Mujeres de Petrogrado. Cuando las vió entrar en el Palacio, un diplomático francés dijo que: "marchaban al paso, mostrando un espíritu marcial evidente. Solo traicionado por la robustez y su feminidad". Poco pudieron hacer esas mujeres cuando la avalancha se les vino encima. Y siendo prisioneras, muchas fueron acosadas y tres de ellas declararon ser violadas. Vivieron bajo amenaza hasta que la mediación del agregado militar británico, el general Alfred Knox, las liberó. Dió a entender a sus captores que "sería un gesto galante" dejarlas ir. Y ellas fueron liberadas, pero no volvieron a sus casas, si no a sus cuarteles.



Durante la Guerra Civil Rusa, ningun bando (ni blancos, ni rojos, ni verdes...) formó unidades exclusivamente femeninas. El embrión de una buena idea murió en una guerra cruel y moderna. Yashka, tras una gira por los EEUU y Reino Unido, donde el Rey Jorge V la recibió en audiencia, volvió a Rusia para luchar con los ejércitos blancos. Intentó organizar unidades femeninas de combate en Arkangelsk, y luchó por formar un destacamento médico femenino en el ejército del almirante Kolchack. Pero en 1920 un tribunal soviético la condenó a muerte y fue fusilada el 16 de mayo de 1920.

Y, aunque sé que no me salvará de que Goyix me de cera en el próximo Histocast, prometo algo más para redimirme...


(*)tuve tentaciones de poner el link de Loulogio, pero no quería perder a los pocos lectores serios que me quedaban...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Gracias por la mención mi Coronel!