domingo, 25 de noviembre de 2012

Jinetes tomando el Gran Reducto de Borodino


Coraceros sajones

El 7 de setiembre de 1812, muchos soldados franceses creyeron volver a ver salir el Sol de Austerlitz, aunque nada bueno presagiaba que ese Sol les deslumbrara.

Napoleón había empezado unos meses antes su campaña más ambiciosa: la invasión de Rusia. Agrupando uno de los mayores ejércitos vistos anteriormente (algunas fuentes dicen entre 400.000 y hasta 700.000 hombres agrupados) había cruzado el rio Niemen intentando buscar una batalla decisiva contra sus enemigos rusos. Pero el comandante ruso, general del 1er Ejercito y ministro de la guerra Barclay de Tolly, evitó dicha batalla retirándose. Excepto una escaramuza en Smolensk, el único desgaste sufrido por lasntropas del ejército francés fue debido a las marchas, la necesidad de colocar guarniciones en ciertos puntos y alguna escaramuza contra cosacos.

Hablaba antes de ejército francés, pero era una fuerza con casi tantas nacionalidades como un equipo de futbol moderno. Además de franceses, encontraremos una buena cantidad de polacos. A rey Jerome Bonaparte de Westfalia le siguen tropas de su país, así como a Eugene de Beauharnais le siguen una buena cantidad de tropas italianas. Además, tenemos amplia cantidad de germanos (hessianos, bávaros, sajones entre otros) y algunas unidades de croatas. No podemos olvidar el contigente ibérico: la Legión Portuguesa y los españoles encuadrados en el Regimiento José Bonaparte.

La estrategia de Barclay de Tolly funciona, pero no es del agrado de los jefes rusos. Muchos de ellos ven a Barclay, descendiente de escoceses al servicio del zar, como un "outsider", un forastero que no merece mandar tropas rusas. Uno de los más recalcitrantes es el príncipe Bagration, que lamenta permitir que el enemigo se despliegue como un cancer por el suelo de la Madre Rusia. Al final se sale con la suya y logra que se nombre como comandante al general Mikhail Kutuzov: un veterano de las Guerras Turcas, donde quedó tuerto, que luchó al lado de Suvorov. En palabras del general británico Wilson: "Un "bon vivant" - limpio, cortés y astuto cual griego, con la inteligencia nata de un asiático y la educación de un europeo". Su plan inicial es enfrentarse a Napoleón en el pueblo de Gzhatsk. Pero su jefe de estado mayor, el general Bennigsen (1), le recomienda una posición que está 40 millas más al este. Esta posición está cerca de un pueblo llamado Borodino.

Los rusos fortificaron la zona, siendo el punto más fuerte una colina situada entre Gorki y Semenovskaya. En su longitud de 180 metros se fortifica con una serie de posiciones defensivas, apoyadas por entre 18 y 21 cañones de 12 libras. Este lugar será conocido como el "Gran Reducto" o el "Reducto de Raevski", pero no adelantemos acontecimientos...

Detallar la batalla requeriría un libro o una serie de posts. En resumidas cuentas, Napoleón deja toda su sutileza y se lanza contra las posiciones rusas sin contemplaciones ni filigranas tácticas. Será una batalla de soldados, no de generales. en el punto que nos interesa. Allí, la División de Morand asaltó el Reducto. El 30o. Regto. de Línea consigue abrirse paso en el Reducto e incluso lo sobrepasa, solo para ser diezmados por un contraataque ruso liderado por el bravo general Raevski. Allí morirá el jefe de la artillería rusa, general Alexander Kutaisov, cuya muerte impedirá que la artillería rusa sea dirigida de forma óptima. El pese de dicho asalto lo llevó Eugenio de Beauharnais y su X Cuerpo. Además de un buen contingente de infantería los franceses contaban con el II cuerpo de caballería del general Montbrun. Lo integraban coraceros y carabineros franceses, así como los coraceros sajones, polacos y de Westfalia, encuadrados en la 7a. División de Coraceros. Caballería pesada de la buena.

En el caso de los Guardias sajones, luchaban sin coraza. Estas estaban en Varsovia. Latour-Marbourg dijo a los coraceros que la falta de corazas no debía impedirles realizar su misión.

El cuerpo ya había visto acción durante ese día, y Montbrun había muerto. Eso había obligado a Murat a buscarle sustituto. En el estado mayor estaba el general Auguste Calaincourt (2), quiennfue enviado a mandar dicho cuerpo de caballería. Al verlo abatido, les arengó:"¡No lo lloreis, vengadle¡". 

Tras esa arenga, recibió instrucciones de atacar el Gran Reducto.. La sabiduría convencional no consideraba que la caballería pudiera tomar posiciones fortificadas, más adecuadas para ser tomadas por la infantería. Pero esa batalla fue de todo, menos convencional. Calaincourt respondió a la orden de Murat: "me verá allá arriba, vivo o muerto." Calaincourt cargó al frente del 5o de coraceros. Una bala le alcanzó a la cabeza mientras mandaba su última carga.

Los escuadrones de coraceros avanzaron hacia los flancos del Reducto y cargaron a fondo contra las baterías de artillería y cuadros de infantería. El 7o de coraceros, junto a los coraceros sajones de la Guardia de Corps y el Rgto. Zastrow entraron por el flanco izquierdo de los fuertes. Encontraron algunas unidades de infantería que les dispararon, e incluso les lanzaron los mosquetes como si fueran jabalinas. Tras una feroz lucha cuerpo a cuerpo, la caballería pesada tomó la posición, una hazaña sin precedentes.

La toma fue notificada a inmediatamente. También se le informó de la muerte del general Calaincourt. Su hermano Armand estaba al lado del Emperador, recibiendo la noticia con un semblante impasible, solo traicionado por una lágrima.

Eugenio consolidó la posición, mientras por parte rusa Barclay envió a dragones y húsares a contraatacar.  El choque de caballería fue brutal. En un momento dado, los carabineros franceses cargaron contra los coraceros de Zastrow, al confundir su uniforme blanco con el de los coraceros rusos.

Al final las reservas francesas decidieron el día. En una de las batallas más sangrientas de la época, la caballería jugó su gran papel. Una dura prueba, que no sería tan dura como la que les esperaba al retirarse en el invierno ruso.


(1)Levin Bennigsen era un alemán de Hannover que servía en el Ejército Ruso desde 1773. Colaboró en la conspiración que asesinó al zar Pablo I y mandó el ejército ruso en la derrota de Eylau, derrota en la que abandonó al ejército ruso para irse a toda velocidad a San Petersburgo para anunciar su "victoria"....